Para ser proveedores del mercado de productos sostenibles es necesario comprobar que el proceso para conseguir esos productos o servicios es sostenible: “SER VERDES PARA VENDER VERDE”
Esto implica que no basta con la declamación de una intensión, visión, idea y objetivo sino que hay que demostrar que el camino que nos conduce a la sustentabilidad también se ha construido sobre criterios de respecto y protección socio-ambiental. La certificación de ciclo de vida, y de uso responsable de los recursos de la naturaleza, son algunas de las formas de hacer esto. También hay maneras de socializar procesos de selección de proveedores o materiales que denoten este principio de integración del concepto de sustentabilidad a lo largo de todo el proceso de diseño y producción de un producto, un servicio o un proyecto.
Conocer y comunicar las etapas y pasos que llevan a un producto o servicio a ser sustentables es fundamental, genera confianza y fidelización y demuestra un cambio central en la cultura productiva, vinculada al camino genuino hacia la sustentabilidad, que se construye de a poco pero sostenidamente y que define la forma en la cual nos integramos al medio en el que nos desarrollamos. Cada situación, cada producto, servicio o proyecto son particulares y hay estrategias específicas que se pueden diseñar y aplicar para adentrarlos en el camino del compromiso por el desarrollo sostenible.